Muchas son las voces que en los últimos años proclaman la cooperativa como la alternativa sostenible al sistema capitalista de poder empresarial actual. Algunos proyectos piloto han fracasado en el intento al no integrar a la población destinataria como parte activa en el sistema.
No así la isla de Samso, que se ha convertido en diez años en un modelo de la sociedad del futuro: el cien por cien de su consumo eléctrico procede de la energía eólica y tres cuartas partes de la calefacción usada vienen de energías renovables.
Cuando en 1997 la administración local se propuso crear una isla con balance 0 en emisiones de CO2 al plan energético riguroso le añadió como parte imprescindible del proyecto la participación vecinal, la mentalidad comunitaria. Los vecinos se implican en cooperativas y tienen participaciones en las industrias energéticas locales. No hay ningún gran proyecto ni gran inversor, está todo repartido.
Información extraída de diarioecología.com
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